#SomosElEstado: En el Vivero Cecilio Freile se cultivan especies nativas y se fortalece nuestro espíritu

En Santa Cruz, el Vivero Cecilio Freile, dependiente de la Dirección General de Bosques y Parques del Consejo Agrario Provincial (CAP), desarrolla una labor clave en la producción de especies nativas destinadas a la recuperación de zonas degradadas por incendios y a proyectos de reforestación y conservación ambiental. Su misión principal es preservar y gestionar los recursos forestales, promoviendo el equilibrio del entorno natural.

El Gobierno de la Provincia de Santa Cruz impulsa políticas públicas orientadas al bienestar social, trabajando desde cada organismo en función de las características del territorio y las condiciones climáticas de la región patagónica. En este contexto, los espacios de cultivo adquieren una relevancia estratégica, no solo por su valor ornamental, sino también por su papel en la restauración de ecosistemas y la recuperación de la biodiversidad.

A través del ciclo #SomosElEstado, se conoció el trabajo del vivero y las tareas que allí se desarrollan, de la mano de Ayelén Alberti, directora general de Bosques y Parques, y Natalia Blando, jefa de Producción Forestal del CAP.

Bosques y Parques: gestión, producción y conservación

La Dirección General de Bosques y Parques, a cargo de María Ayelén Alberti, licenciada en Biología con orientación en Ecología, se ocupa de la producción forestal, tanto de plantas nativas como exóticas, estas últimas utilizadas principalmente como cortinas forestales para mitigar el viento.

Alberti explicó que el área también implementa la Ley de Bosques Nativos, a través de planes de manejo, conservación y difusión ambiental. Además, el organismo tiene competencia en manejo del fuego, siendo el Consejo Agrario Provincial la autoridad designada para la aplicación de la Ley Nacional de Manejo del Fuego y responsable de las brigadas de incendios forestales y rurales.

La Dirección se organiza en dos grandes áreas:

Investigación, Extensión y Proyectos Forestales, donde funcionan la Jefatura de Control Forestal y la Jefatura de Producción Forestal.

Lucha contra Incendios Forestales, que coordina las brigadas y la capacitación de los voluntarios.

Desde el área de Producción Forestal, se trabaja con especies como álamos, sauces, lenga, ñire y molle, además de herbáceas nativas como paramela, mata verde, mata negra y calafate.

La cartelería de zonas protegidas también se fabrica en el Consejo Agrario, mediante su carpintería propia, y es utilizada para señalizar áreas bajo conservación o chacras de producción forestal.

En cuanto a incendios, Alberti explicó que los brigadistas se forman mediante cursos del Consejo Agrario Provincial o del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, bajo un régimen de voluntariado. Deben contar con aptos físicos y seguros vigentes, y participan tanto agentes del CAP como miembros de instituciones y sectores privados.

Próximamente, se dictarán talleres participativos de prevención de incendios en diversas localidades, en el marco de un Proyecto de Pago Basado en Resultados (PBR) financiado por el Fondo Verde para el Clima, junto a la FAO y el Ministerio de Ambiente de la Nación.

“Nuestro objetivo general es la conservación y el manejo responsable del recurso forestal en toda la provincia”, resumió Alberti.

Vivero Cecilio Freile: producción y restauración

En la sede del Consejo Agrario Provincial de Río Gallegos, ubicada en calle Padre Rodríguez Nº 1396, se encuentra el invernadero central, mientras que el Vivero Cecilio Freile funciona en el kilómetro 10 de la Ruta Nacional Nº 3. Allí, Natalia Blando, jefa de Producción Forestal, coordina las tareas diarias.

“Nos dedicamos a la producción de árboles, tanto nativos como introducidos. Producimos sauces, álamos, cipreses, pinos y especies del bosque andino patagónico, como lenga y ñire”, detalló Blando.

El vivero abarca tres hectáreas y cuenta con un equipo de diez personas que realizan tareas de producción, administración y seguimiento. Entre ellos se encuentran Ayelén Alberti, Fabián Gaitán, José Luis Amuzategui, Andrés Díaz, David Ojeda, Romina Ramos, Sofía Cabral, Jorge Cañas y Alejandra Berardi, esta última desde El Chaltén.

Las labores incluyen preparación de sustratos, plantación, siembra y repique (traslado de una maceta a otra para favorecer el crecimiento). El sustrato se elabora con tierra negra, arena, perlita y compost orgánico, producido a partir de residuos biodegradables.

Las condiciones climáticas determinan el ritmo de trabajo: en días ventosos se priorizan las tareas bajo techo, y en jornadas favorables, las labores al aire libre.

“Cuando una planta alcanza el desarrollo adecuado, se traslada a los sitios donde se hace la remediación ambiental. En el caso de las salicáceas, se plantan a raíz desnuda, mientras que las nativas requieren un seguimiento más prolongado para garantizar su adaptación”, explicó Blando.

El vivero realiza monitoreos posteriores para evaluar el crecimiento y la supervivencia de las especies plantadas, especialmente en áreas afectadas por incendios u otras alteraciones.

“La flora nativa es fundamental porque sostiene la biodiversidad, fija el suelo y se adapta naturalmente al entorno. Es importante conocerla y valorarla, incluso desde la ciudad”, subrayó Blando.

La visita al Vivero Cecilio Freile deja en evidencia el compromiso de Santa Cruz con la preservación del bosque nativo y la recuperación ambiental. Conocer su trabajo invita a repensar nuestra relación con la naturaleza y a tomar pequeñas acciones que contribuyan a un entorno más equilibrado.

Podés ver el video completo en el canal de YouTube Santa Cruz AR, en el siguiente enlace: https://youtu.be/i9QiRh0zpXU

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