Mientras muchos de los que aspiran a la Intendencia de Caleta Olivia gastan fortunas del erario público en propaganda, Cristian Aguirre acaba de vender su propio automóvil para financiar su campaña. Un llamado a la responsabilidad y al debate, en la búsqueda de la transparencia en la política.
A poco menos de un mes de las elecciones del 22 de octubre, la campaña política expone varios ejemplos de cómo es común ver a distintos candidatos, de distintos frentes, que compiten por la atención de los votantes a través de llamativos carteles, anuncios publicitarios en medios de comunicación y eventos costosos. Sin embargo, en medio de este bullicio, surge un ejemplo de integridad que merece ser destacado. Cristian Aguirre candidato a Intendente de Caleta Olivia por el Frente Juntos por el Cambio, ha demostrado que la responsabilidad y la transparencia deben ser valores fundamentales en la política.
En una acción que ha sorprendido a propios y extraños, Aguirre ha tomado la decisión de vender su automóvil personal para financiar su campaña. Mientras otros candidatos gastan fortunas provenientes del erario público en carteles, espacios publicitarios, alquileres de salones partidarios y eventos suntuosos, el conocido empresario ha optado por un camino diferente, uno que refleja su compromiso con la austeridad y la honestidad para la gestión pública.
Este gesto trasciende más allá de una simple estrategia de campaña; es una declaración de principios. Aguirre ha dejado claro que “no es correcto que quienes ostentan cargos públicos usen los recursos del Estado para promover sus candidaturas”. Mientras algunos se escudan en el argumento de que la política es costosa y que es necesario gastar grandes sumas de dinero para ganar elecciones, el titular del sublema “Fuerza de Cambio” demuestra que es posible hacer política de manera ética, honesta y responsable.
“El dinero de los contribuyentes debe destinarse a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, no a financiar campañas políticas. En radio, una pauta de campaña oscila entre 200 mil y un millón de pesos, mientras que en un canal de televisión por cable te piden 4 millones. Por eso me gustaría que los vecinos y vecinas conozcan, sepan, de dónde saca cada candidato su financiamiento en el camino a la intendencia. Yo puedo decir que vendí mi vehículo particular, el de mi familia. La política es estar al servicio de la gente y la integridad es un valor que no debe ser sacrificado en aras del poder”, manifestó.
En un momento en el que la confianza en la clase política está en entredicho, Cristian Aguirre se erige como un ejemplo de liderazgo responsable. Su decisión de vender su automóvil para costear los gastos de propaganda es un acto que merece ser aplaudido y que debería inspirar a otros candidatos a seguir su camino.
En resumen, Aguirre nos muestra que la política puede ser diferente, que es posible competir de manera justa y transparente sin sacrificar los principios éticos. Su gesto nos invita a reflexionar sobre la importancia de la integridad en la política y nos recuerda que los candidatos deben ser responsables con el dinero de los ciudadanos. La ciudadanía merece líderes que pongan el ejemplo, y Cristian Aguirre lo hace de manera admirable.