El chamamé fue declarado hoy Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, tras una votación realizada en París y que desató grandes festejos en la provincia de Corrientes.
El chamamé se convirtió de este modo en el tercer bien cultural argentino declarado patrimonio de la humanidad, luego del tango y el fileteado porteño. La propuesta aprobada esta mañana en el órgano cultural de la Organización de las Naciones Unidas surgió desde el Estado argentino a través de un planteo del Gobierno de Corrientes.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al chamamé como Patrimonio Histórico de la Humanidad por su trascendental aporte a la cultura en todo el continente.
La vigilia correntina
Desde la provincia de Corrientes se realizó una vigilia para seguir la sesión del Comité Intergubernamental de la Unesco, que tuvo a su cargo la votación para definir la propuesta del Estado argentino. La postulación requirió de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Cultura de Nación, de Conaplu, la Cancillería Argentina y el Gobierno de Corrientes.
“Esta declaración implica una gran y merecida difusión del chamamé a escala mundial, la circulación de artistas y temas y pensar en políticas públicas a largo plazo orientadas al chamamé desde la difusión, la producción y la educación”, señalaron desde el Ministerio de Cultura. “Para todos los que amamos el chamamé, hoy es un día de celebración y de júbilo. Nuestras más sinceras felicitaciones a la provincia de Corrientes y a todo el litoral. Y nuestro agradecimiento para todas y todos lo que trabajaron para que esta declaración tan importante sea posible. ¡Qué viva el chamamé! Esa música que nos pertenece a todas y todos los argentinos”, afirmó el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer.
El chamamé compitió con otras 39 expresiones culturales de otros países, como el reggae de Jamaica, el Mwinoghe, danza de júbilo de Malawi, las parrandas cubanas y las tamboradas españolas. El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación. Proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad. Favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos.
“El chamamé es mucho más que una música alegre que se escuchaba en bailantas. Es una manifestación cultural que no distingue clases sociales y que tiene celebración propia: la Fiesta Nacional del Chamamé y la Fiesta del Mercosur. El chamamé es la marca de identidad de una gran región de la Argentina y de muchos argentinos en diferentes lugares del país. Es un bien heredado que está vivo y se transforma. Tiene un mensaje de amor a la tierra, respeto a la naturaleza, amor a la mujer y al hombre. Tiene un mensaje de fraternidad y de integración. Y nos une en una gran nación chamamecera con parte de Brasil, Paraguay y Uruguay. El chamamé es patrimonio vivo que nos enlaza y nos identifica”, afirma Gabriel Romero, presidente del Instituto Provincial de Cultura.