La provincia de Santa Cruz está atravesando desafíos significativos que requieren una atención inmediata y exhaustiva de los problemas que enfrentamos. La caída en la producción de petróleo en la Cuenca del Golfo San Jorge debe preocuparnos y ocuparnos. Por eso no vamos a perder ni un minuto buscando soluciones.En un intento por comenzar un proceso de trabajo colaborativo, eficiente y sostenido con los actores que intervienen en la industria hidrocarburífera, es que hoy me reuní con las principales operadoras petroleras de la provincia. El cambio de gobierno abre una oportunidad para definir la estrategia que debemos seguir de cara a la próxima década para maximizar y asegurar la actividad. La disminución de los ingresos provenientes del sector afecta la capacidad de la provincia para financiar proyectos de desarrollo y servicios públicos esenciales, como la educación y la salud. Por esta razón es que es necesario revertir el declino acelerado que vivimos los santacruceños.De acuerdo con los registros oficiales el crudo que se obtiene en los yacimientos es cada vez menor. Y lo peor es que la tendencia declinante es algo que viene de hace muchos años. No es algo nuevo.Las condiciones de los yacimientos, la mayoría marginales, dificultan recuperar los niveles de hace una década, pero falta inversión, grandes cantidades de recursos financieros que permitan levantar la actividad, pero las condiciones macroeconómicas actuales del país lo hacen inviables.El sector hidrocarburífero en Santa Cruz requiere de una acción integral urgente, por parte de los empresarios, del futuro Gobierno provincial y del SIPGER.Restaurar la actividad en la Cuenca del Golfo San Jorge no solo revitalizará la economía local, brindará mayor empleo, permitirá el ingreso de dólares al país, y garantizará el bienestar de las comunidades, sentando las bases para un desarrollo sostenible de la región.