La Casa de Santa Cruz fue testigo del nacimiento de una expresión artística profundamente conmovedora. Este martes 14 de noviembre, Valentina García Stur, artífice de la muestra “Bitácora: Jardín de Mariposas”, presentó su obra ante un público ansioso de descubrir la esencia de un proyecto gestado a lo largo de cuatro años.
“Contar esta historia enorgullece más de lo que avergüenza, abraza más de lo que asusta y complace casi tanto como lo que frustra”, afirmó Valentina, destacando la valentía y la intensidad que impregnaron cada etapa de este proceso artístico. La muestra fue el resultado de un viaje al que la autora calificó como “profundo y vital”, marcado por el dolor y la superación, tras enfrentar las violencias de un pasado marcado por el abuso.
“¿Ahora qué hago?”, un interrogante que atormentó a Valentina durante meses, encontró su respuesta en el arte, como herramienta de refugio y denuncia. La obra es una representación visual y verbal de lo que ocurre después de atravesar situaciones difíciles, un testimonio de transformación y resistencia.
El proceso y la creación
El proyecto se manifiesta a través de un mix media e instalación artística que captura la dualidad entre las partes más grotescas y esperanzadoras del camino que surge tras la decisión de una persona o varias. Un trayecto que no culmina en una mala noche, semana o año, sino que se extiende, revelando las secuelas de las decisiones de otros.
La exposición artística se presenta como una muestra viva en constante evolución. Valentina diseñó un espacio dinámico que irá incorporando nuevas obras de manera semanal, revelando capas más profundas de su proceso y ofreciendo una experiencia en constante transformación para los espectadores.
La narrativa de “Jardín de Mariposas” se desenvuelve entonces en tres etapas fundamentales, cada una meticulosamente representada en las obras expuestas. Inicia con la imagen de la oruga, simbolizando la vulnerabilidad y el comienzo del viaje. Luego, se sumergirá en la etapa de crisálida, donde las bras reflejan la metamorfosis interna, el proceso de transformación y crecimiento personal.
Finalmente, la muestra nos lleva a contemplar la belleza y libertad simbolizadas por la mariposa, representando la superación y la capacidad de renacer después de las adversidades. Este enfoque escalonado permitirá a los visitantes sumergirse en cada fase, comprender la complejidad del proceso y conectarse emocionalmente con la historia contada a través del arte de la autora.
Una obra que cuenta lo que muchas callan
“Jardín de Mariposas” se erige así como una bitácora que da espacio a lo que ocurre en las sombras, en la soledad. La mariposa, símbolo de impermanencia y transformación, representa la capacidad de liberación y metamorfosis. Como la oruga que se convierte en mariposa, en este proceso, una parte de uno mismo debe morir para permitir el avance y, a su vez, la mariposa lleva consigo parte de su origen.
La autora destacó que muchas de las historias plasmadas en “Jardín de Mariposas” podrían haberse evitado si la sociedad no hubiera mirado con naturalidad, si aquellos que sospechaban no se hubieran quedado callados, si la tibieza no estuviera arraigada como regla.
Tras la presentación, Valentina declaró: “Estas son nuestras historias, nuestras verdades. No elegí lo que me pasó, pero elijo cómo contarlo y cómo vivirlo a partir de ahora”.
La muestra busca ser refugio y crítica, la historia de una y la vida de todas, en lo que se denomina “Bitácora: Jardín de Mariposas”.
Para aquellos que no pudieron asistir a la presentación oficial, la muestra estará en exhibición hasta el 15 de diciembre de 2023. Una oportunidad imperdible para sumergirse en este relato visual que invita a la reflexión y la empatía.