NOTA EDITORIAL Otra persona fallecida víctima del COVID-19.

by Cristina

Por: Cristina Riquelme, Laura Riquelme Decorte y Milton Riquelme.

Esta vez es verdad. Se trata del fallecimiento número 124 según el comando operativo de emergencia (C.O.E) de la ciudad de Caleta Olivia. Una vez más la noticia ha conmovido: familiares, amigos/as y también desconocidas/os que, haciendo cuentas terminan descubriendo de quien se trata.

Mientras tanto, en la base de datos estadísticos la muerte del buen vecino no es más que un nuevo: “fallecidos del día” ¿nuestra nueva cotidianeidad?

Desde que Caleta Olivia fue declarada, como “Zona de Transmisión Comunitaria”, las organizaciones Detectar Caleta Olivia, Municipalidad de Caleta Olivia y el hospital zonal presentan a diario datos sobre el avance y las modificaciones de los casos de Covid 19. Efectivamente como en la mayoría de las fuentes estadísticas, se puede discrepar, no en el sentido de la fiabilidad de los datos en sí, sino en el sentido que posiblemente no todas las personas contagiadas se realizaron el hisopado (principal fuente de los datos), puesto que hay un porcentaje importante de personas que pudieron haber contraído el virus y haber sido asintomáticos (no presentar síntoma alguno); o bien, solo presentar síntomas leves (mucosidad, carraspera) como parte de su normalidad.

¿Cuál es el significado de “normalidad”? A mediados de noviembre hubo cerca de mil casos activos, y a partir de allí se observó en la base de datos una disminución alentadora, tanto así es que el 28 de diciembre se registraron 310 casos activos, prácticamente un tercio de los 923 registrados el 19 de noviembre de 2020. El problema es mucho más crítico, en los primeros días de enero de 2021, la cantidad de casos oscilan ascendente y descendentemente.

Tabla 1

Cantidad de nuevos casos activos en la ciudad de Caleta Olivia.

Período enero 2021

Día de registro de enero (2021)Cantidad de nuevos casos activos
Sábado 281
Domingo 339
Lunes 497
Martes 5113
Miércoles 667
Jueves 774
Viernes 8104
Sábado 955
Domingo 1036
Lunes 11121
Martes 1268
Miércoles 1360

Fuente: Datos obtenidos Detectar Caleta Olivia, Hospital zonal.

Después de revisar la rara y cambiante realidad que muestra la tabla 1, resulta elemental preguntarse ¿Cuál es el techo de los casos de Covid 19 en Caleta Olivia? la respuesta, por fuerza es tanto más dramática cuanto más sincera. 

Hay menos de mil casos activos, pero nuevamente se superó la barrera de los 672[1] registrados el 12 de enero de 2021. Sin embargo, en el universo de los números, este dato tan espeluznante, habrá de tener correlato directo con el número de fallecidos para los próximos días. ¿Era posible pensar que en Caleta Olivia, ciudad con baja densidad poblacional, hubiera 124 fallecidos en un periodo de 100 días en el transcurso de la pandemia? ¿Cuántos más fallecidos se habrán de sumar a la base de datos? ¿El virus habrá de golpear la puerta de casa?

En esta época de pandemia el fallecimiento se ha cubierto con un manto sin sospecha. El cuerpo, no se lo puede ver. Ni los familiares más íntimos. Tal vez excepcionalmente sí (no se puede afirmar). Desde tiempos remotísimos, el enterrar a los muertos era considerado un deber sagrado. Se trataba del cierre de la ceremonia del ritual funerario, el inicio de la paz perpetua.  ¿Por qué se hacía este ritual? Las posibles respuestas se podrían agrupar entre dos mundos distantes entre sí, el religioso y el profano. En el mundo de la religión se cree en la vida después de la muerte; en el otro, no existe esa posibilidad ni remotamente. Por lo tanto en el primero, la muerte es el punto de inflexión entre el fin de la vida y el inicio de la vida eterna. Por esta razón seguramente, todo el ritual funerario estaba instituido por símbolos religiosos que dotaban de ese valor al fallecido. Desde el deceso y hasta la llegada al cementerio, el velorio, era considerado como una etapa liminar donde el cuerpo es objeto y a su vez sujeto como símbolo protagónico del rito mortuorio. En esta instancia de pandemia, “El coronavirus” ha empujado a la fe religiosa hacia la periferia. No se permite (ni se habrá de permitir por ahora) ningún ritual, ninguna despedida, ni siquiera la posibilidad de ver el cuerpo. En este caso particular el féretro fue llevado raudamente desde la sala mortuoria del hospital hasta el portón metálico del cementerio local, custodiado por dos empleados municipales que vestían mameluco naranja intenso y todos los recaudos para no contagiarse Covid 19. De todas maneras, frente al portón esperaban un puñado de personas en silencio, más que despedir el cuerpo del fallecido (trasladado en una camioneta blanca con el logo del hospital), acompañaron a los familiares a la distancia. Cuatro de ellos ingresaron al cementerio, a los quince minutos salieron sin decir palabra, solo lágrimas en las mejillas. Se escuchaba el ruido del silencio y el viento patagónico…


[1] Datos suministrados por: Detectar Caleta Olivia, Hospital zonal.

Related Posts

Deja un comentario