En un año particular, hoy vamos a celebrar un nuevo “Día del Petróleo”. Pese a las dificultades que vivimos, nunca bajamos los brazos. Juntos hemos podido avanzar y superar los problemas que se nos presentan.
Nuestra organización y compromiso con el trabajo nos permite desafiar la realidad y hacerla mejor. Gracias a eso, nuestro sindicato creció en los últimos años como nunca en su historia. La institución sumó, aun en este complejo tiempo de pandemia, innumerables edificios y beneficios para el afiliado.
Desde el primer día hemos sido claros y han escuchado los principios que nos animan en nuestras propuestas concretas. Cada uno de los proyectos que hemos presentado para el desarrollo de nuestro sector y el fortalecimiento de nuestro gremio han demostrado las convicciones y los objetivos que nos mueven.
La unidad que nos caracteriza permitió que podamos proteger el trabajo y a los trabajadores. Entre todos hemos podido defender el empleo, los derechos laborales y sostener la producción que tanto necesita el país para funcionar. Ante los conflictos siempre hemos aportado soluciones e ideas superadoras; generando puentes, apostando al diálogo y a la búsqueda de consenso. Más allá de la angustia e incertidumbre que generó la emergencia sanitaria, pudimos cuidarnos y cuidar a la familia petrolera. Cada uno desde su lugar colaboró en la prevención y en el cumplimiento de los protocolos sanitarios.
El petróleo es fundamental para el funcionamiento y el desarrollo de la Argentina. Realizamos nuestra actividad teniendo en claro que le sirve a la provincia y a nuestro pueblo, y no puede faltar. Quiero agradecer el esfuerzo con que cada uno de los trabajadores y trabajadoras de la industria cumple con sus obligaciones; de la misma manera le doy las gracias a los delegados, colaboradores y miembros de comisión directiva que permite que tengamos un Sindicato modelo, que no para de crecer.