Este miércoles se cumplieron 45 años del inicio del denominado Proceso de Reorganización Nacional que significó uno de los momentos más trágicos de la Argentina. En ese marco, en el CIJ ubicado en el barrio 3 de Febrero se llevó a cabo un imponente acto que contó con la presencia del intendente Fernando Cotillo, el vicegobernador Eugenio Quiroga, la diputada por Municipio, Liliana Toro y funcionarios comunales.
El acto central, como cada año, tuvo como fin recordar lo ocurrido en la última dictadura cívico-militar y mantener viva la memoria de los trágicos sucesos para evitar que un hecho así vuelva a ocurrir en nuestro país.
El mismo contó de dos momentos. En primer término se inauguró un mural pintado por el Colectivo sin Freno compuesto por Ítala Gordillo, Julieta Sarmiento, Sabrina Celeri y Emilio Gómez. Se trata de una obra que simboliza los crímenes más nefastos de la dictadura como son la desaparición de 30.000 personas, los vuelos de la muerte y la quema de libros.
En un segundo momento el intendente Cotillo y el vicegobernador Quiroga plantaron un aromo bajo el lema que se repitió en todo el país “Plantemos memoria”. Esta actividad estuvo acompañada por personal del INTA.
En el acto, el intendente Fernando Cotillo manifestó que el 24 de marzo no es un día más sino que debe servir para recordar el inicio de la tragedia para los argentinos que significó el inicio del denominado Proceso de Reorganización.
Cotillo recordó que ese 24 de marzo de 1976 estaba cursando el colegio primario y que pese a su corta edad y de estar lejos de los grandes centros urbanos fue conociendo poco a poco los terribles sucesos.
El intendente destacó además la importancia de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y su oposición al régimen. “Hay que recordarlo y tenerlo presenta para transmitirlo a las nuevas generaciones”, cerró.
Terminado el encuentro, el vicegobernador Eugenio Quiroga sostuvo que la dictadura militar fue uno de los momentos más oscuros que vivió el país y que dejó importantes secuelas de las que hoy se está recuperando todavía. “No debemos olvidar. Los pueblos que no tienen memoria nunca terminan de aprender”, sentenció.
“Lo más importante es la democracia. Ese fue un momento en que la política como herramienta de transformación se puso debajo de la cama porque no querían que se hable. Hoy la juventud revaloriza esta herramienta y tiene muchas ganas de participar”, concluyó.